lunes, 12 de junio de 2017

PALOS EN LA RUEDA

¿Qué harías, si quisieras utilizar una bicicleta que tenga un palo en la rueda?
Supongo que... quitarlo, ¿no?

Después, observarías si hay algún radio dañado, la pintura desconchada, los frenos operativos, etc.

¿Por qué no hacemos lo mismo cuando se trata de nuestro cuerpo?
¿Será que en nuestro cuerpo, no existen los "palos en la rueda"?

Se me ocurren varios "palos en la rueda" presentes en nuestro cuerpo:
- El primero y más importante, el agua muerta que ingerimos cotidianamente. Presente en la misma agua de bebida, pero también en refrescos, bebidas alcohólicas, alimentos procesados, aguas de riego en agricultura, aires contaminados, etc.
- Comer demasiado, demasiadas veces, y comer alimentos con componentes no convenientes.
- Infelicidad, causada por quejas continuadas.
- Relaciones tóxicas.
- Insuficiente ejercicio físico.
- Insuficiente reposo.
- Consumir productos incompatibles con organismos biológicos.
- Y cuantos "palos en la rueda" se nos puedan ocurrir...

¿Verdad que lo primero que hace -cuando se trata de recuperar la salud perdida- es retirar de su vida estos "palos en la rueda"?

Es lo primero que debería hacerse, porque hay más beneficio en retirar lo que no sirve, que en incorporar lo que sirve, si -antes- no se ha retirado lo no conveniente.

Si estás "enferm@", busca los "palos en la rueda" de tu vida. Evitándolos, tu vida se te hará irreconocible, dado el bienestar que acarrea el retirar lo que no sirve.

lunes, 22 de mayo de 2017

EN LA ERA DE LA IDIOTEZ

Antes que nada, tengo que describir lo que considero idiotez, para que nadie se sienta insultad@.

Intento reflejar como idiotez, la cantidad de hechos y decisiones equivocadas, contrarias a la inteligencia, que son adoptadas por toda clase de personas, incluidas las personas consideradas inteligentes.

Nos equivocamos tod@s -en algún momento de nuestra existencia- con lo que dejemos de lado, todo deseo de insulto.

Idiotez, es adoptar posturas equivocadas, contrarias -incluso- a la lógica aceptable por un@ mism@.

Es idiotez, reunirse para mejorar la situación ecológica de la Tierra, y seguir consumiendo petróleo, existiendo medios como la electricidad, el aire comprimido, y otros.

Es idiotez, utilizar y defender la democracia, aún y cuando se trata de un juego matemático, contrario al uso de la inteligencia. La no-idiotez, toma las decisiones en base a la conveniencia indicada por el uso de la inteligencia, y no en función del sistema de mayorías.

Es idiotez, confundir el colonialismo con el genocidio.

Es idiotez, participar en actividades sociales creadoras de confrontación, siendo que la vida transcurre -a grandes rasgos- en términos de cooperación.

Es idiotez, rodearse de multitud de leyes -muchas de ellas injustas- pudiendo servirse de una sola que aglutina a todas las demás: respeto mutuo, a las personas, a los bienes, y a la naturaleza.

Es idiotez, confiar en configuraciones sociales que obtienen resultados deficientes.

Es idiotez, educar a l@s niñ@s en función de los intereses de la sociedad, en lugar de hacerlo en base a los talentos y deseos de l@s mism@s.

Es idiotez, negar la información que se desconoce, tal y como hacen muchas veces catedrátic@s y universidades. Estoy pensando en descubrimientos -académicos, o no- que contrarían, o -incluso- contradicen el "status quo".

Es idiotez, confundir los simbiontes con basura biológica.

Es idiotez, realizar un análisis de la situación, evitando incluir información considerada inadecuada.

Es idiotez, infligir a l@s demás, la injusticia que reclamas padecer.

Es idiotez, defender una postura que -ante una pregunta que la hace imposible- un@ mism@ reconoce no apoyar.

Es idiotez, dejar de lado la ley de acción y reacción, limitándonos a resolver las consecuencias, ignorando las causas.

Es idiotez, esperar resultados distintos, actuando del mismo modo de siempre.

Es idiotez, vestir zapatos de tacón alto, o traje y corbata, para desear quitárselos cuanto antes.

Es idiotez, no darle al cuerpo los elementos que le convienen (agua viva, aire limpio, alimentos de la huerta, ejercicio vigorizante, pensamientos positivos, relaciones gratificantes, etc.), y pretender gozar de buena salud.

Es idiotez, darle al cuerpo elementos tóxicos -reconocidos, o no- que no le convienen (agua muerta, medicamentos, tabaco, drogas, sedentarismo, relaciones tóxicas, etc.), y pretender gozar de buena salud.

Es idiotez, incorporar en la piel elementos que no osaríamos introducir por la boca.

Es idiotez...

Si crees que estás enferm@, o que te estás muriendo... ¡NO HAGAS LO MISMO DE SIEMPRE!
¡Cambia alguna variable de tu vida!

¡Estudia! ¡Investiga lo que te ocurre, pensando que -quizás- hay otras soluciones!

¡Aprende de esa gente que ha estado en tu misma situación, y la han resuelto! ¡Pregúntate cómo lo han conseguido! ¡Infórmate!

No eres la primera persona que se enfrenta a tu situación. Si sólo encuentras casos con solución no conveniente... ¡Busca otro camino! ¡Haz algo distinto a lo que llevas haciendo!

Si haces lo mismo... el resultado se repetirá...

¡Suerte! Y... mucho ánimo.

Pues... en la era de la idiotez... hay mucho engaño a nuestro alrededor.

¡SOMOS AGUA!

¿De qué se compone nuestro cuerpo?
En una gran proporción... de agua.

¿Qué sabor tienen las lágrimas?
Salado.

¿Qué sabor tiene el sudor?
Salado.

¿Qué sabor tiene la orina?
Salado.

¿Qué sabor tiene la sangre?
Salado.

Así pues, ¿Qué tenemos dentro del cuerpo?

La mayoría de la gente responde: “agua salada”, agua con sal (cloruro sódico = ClNa)...

Pues... ¡no!
Tenemos agua con sales (minerales), agua de mar.

No en la misma proporción de sales minerales que en el agua de mar (35 gr de sales minerales por litro) -ya que en nuestro cuerpo, la proporción de sales minerales es de 9 gr por litro- pero sí los mismos minerales.

ELECTRÓLISIS.-
Si se reunen en un recipiente o contenedor, agua, minerales y electricidad, se desencadena la electrólisis.

Si consideramos nuestro cuerpo un recipiente que -constantemente- alberga estos tres elementos (agua, minerales y electricidad), podemos estar bien seguros de que en su interior, se produce -en todo momento- el fenómeno de la electrólisis.

Mediante el proceso de la electrólisis, se disocian las moléculas de agua -H2O- en moléculas de hidrógeno -H+ (muy energética)- y de oxidrilo -OH-.

Esta reacción electrolítica, es la que posibilita -entre otras muchas reacciones- la continuidad de la vida.

Ni qué decir tiene, que la calidad de estos tres elementos (agua, minerales y electricidad), definirá la calidad del resultado obtenido.

Queremos decir que -si la calidad del líquido ingerido es mala o mediocre (agua muerta)- y que -si los minerales aportados son escasos, o inexistentes- la electrólisis se realizará deficitariamente. De poco servirá -a la larga- disponer de actividad eléctrica suficiente, para optimizar el proceso de electrólisis a lo largo de los años.

Esto explica el bienestar que sentimos al bañarnos en el mar -práctica que deberíamos realizar durante todo el año- o al ingerir agua de mar -en los momentos de falta de energía, o de “enfermedad”- debido a la optimización que se produce en el proceso de electrólisis.

ALIMENTACIÓN.-
¿Qué nos aportan los alimentos?

Independientemente del régimen de alimentos que practiquemos -veganismo, vegetarianismo, crudivorismo, macrobiótica, omnivorismo, etc.- nos aportan agua y minerales, dos de los tres elementos necesarios para la electrólisis.

Observad la composición de las frutas: agua -en una gran proporción- y minerales. Las verduras crudas, igual. Los alimentos cocinados, parecido. La leche materna...

También obtenemos agua, del aire que respiramos.

Todo ello interviene en el proceso de electrólisis: agua, minerales, y algo de electricidad, que tenemos todos los seres vivos, tanto en nuestro interior, como en el entorno que nos rodea.

Si observamos la duración de la vida de los seres humanos, apreciaremos que -independientemente del régimen de alimentación observado- a unos ochenta años -siempre hay excepciones, tanto por arriba, como por abajo- la máquina se para.

Siendo de vital importancia el proceso de electrólisis, podemos deducir que este proceso de electrólisis, se realiza de modo deficiente en esta época. De otro modo, contaríamos con el necesario aporte energético obtenido de las moléculas de hidrógeno (H+).

AGUA DE CALIDAD VITAL.-
La única agua que nos conviene, es esa agua que viene montaña abajo, oxigenándose y arremolinándose en su fricción con el fondo y las piedras, energetizándose con los minerales del suelo, y con la acción del sol.

¿Bebemos habitualmente semejante clase de agua? Seguramente, no.

Si carecemos -habitualmente- del acceso a agua de calidad vital, es seguro que -en algún momento de nuestras vidas- sufriremos enfermedades, envejecimiento y muerte.

¿QUÉ CLASE DE MÁQUINA ES EL SER HUMANO?.-
En función del porcentaje de agua, y del proceso de la electrólisis, podemos decir que es una máquina de agua de mar (H2O), que funciona con hidrógeno (H+).

Basta trabajar sobre este concepto de la electrólisis -si bien, intervienen muchos otros factores- para poder disfrutar -en gran medida- de un aceptable estado de salud.

Podemos adivinar también, que una máquina tan perfecta como es el cuerpo humano, debería disponer de algún sistema de limpieza y depuración de ese líquido maravilloso que es el agua.

De hecho, es su objetivo principal: mantener limpios los líquidos internos, para que ese proceso electrolítico se produzca de la manera más eficaz posible.

Caso de no mantener OK los líquidos internos... fabricaremos la “enfermedad”.

La deshidratación severa mata en pocas horas.
La deshidratación leve, crónica, mata en unos ochenta años.

¡Somos agua!, decíamos al principio.
¡Sí! Pero... ¡agua de mar!

viernes, 19 de mayo de 2017

¿QUIERES INVESTIGAR?

Se investiga, contemplandoo todos los elementos de información posibles. Así, los elementos de información que apoyan la hipótesis sostenida, como los elementos de información que la contrarían, o la contradicen.

Eliminando las líneas de información que -a nivel deductivo- resultan imposibles, el análisis a realizar se hace más simple y fácil.
A veces, este trabajo de eliminación de las líneas de información imposibles, no deja más que una sola posibilidad, que -aún resultando ser increíble- estamos obligados a aceptar.

En el análisis de toda clase de hipótesis, acostumbro a "hacer pizarra"; ese ejercicio de recolección de posibilidades, incluyendo -siempre- la posibilidad contraria a la hipótesis razonable, para -en base a su imposibilidad teórica- eliminarla de inmediato.

De no ser así, queda reflejada en la "pizarra" como cualquiera de las otras líneas de información.

¿Estas enferm@?
¿No encuentras una solución positiva a tu situación?
¿Quieres investigar?

¡Investiga Dr. Scheller!: los simbiontes.
¡Investiga Dr. Hamer!: nueva medicina germánica.
¡Investiga Andreas Kalcker!: dióxido de cloro.
¡Investiga Christian Flèche!: descodificación biológica.
¡Investiga Fernando Guirado!: sistema de test hematográfico.
¡Investiga el agua!: agua kangen.
¡Investiga Dr. Bradley Nelson!: el código de la emoción.
¡Investiga metales pesados!: amalgamas dentales con mercurio.
¡Investiga Dr. Escudero!: noesiología.
¡Investiga Alessandro Di Massi!: sanergía.
¡Investiga tu propia “enfermedad”!
¡Investiga personas que hayan superado tu misma “enfermedad”!

Si -una vez investigado todo esto- no encuentras solución positiva para tu situación personal... ¡experimenta en tu propio cuerpo! ¡Prueba distintas posibilidades!: ayuno; reducir la cantidad de alimentos ingeridos (ingerir la mitad de alimentos acostumbrados); reducir el número de comidas (a un máximo de tres al día); realizar ejercicio físico diario; cambiar de domicilio (geopatias); cambiar de entorno de amistades (relaciones tóxicas); extraer metales pesados de nuestro cuerpo.

¡Investiga todo aquello que interfiere -positiva o negativamente- en nuestra salud!
¡Investiga todo...!

Existe la mejor respuesta para tu situación. Tan solo... ¡búscala!

¡Estoy seguro del éxito que obtendrás!

Caso de no conseguirlo... no olvides que, si haces lo de siempre... ocurrirá lo mismo de siempre.

¡Investiga!
¡Investiga!
¡Investiga!

jueves, 18 de mayo de 2017

¡NO ESTÁS ENFERM@!

Después de tanto investigar, quizás llegues a la misma conclusión que yo: ¡no existe la enfermedad!

La mayoría de las veces -esa llamada "enfermedad"- es consecuencia de nuestros propios errores.

Otras veces, será el resultado de algún tipo de agresión -interior, o exterior- que será necesario resolver.

Otras veces, será consecuencia genética de nuestros progenitores (¡Investiga Dr. Bruce Lipton!: epigenética).

Repetimos lo dicho anteriormente: es idiotez, no darle al cuerpo los elementos que le convienen (agua viva, aire limpio, alimentos de la huerta, ejercicio vigorizante, pensamientos positivos, relaciones gratificantes, etc.), y pretender gozar de buena salud. Darle al cuerpo elementos tóxicos -reconocidos, o no- que no le convienen (agua muerta, medicamentos, tabaco, drogas, sedentarismo, relaciones tóxicas, etc.), y pretender gozar de buena salud.

Si estamos “enferm@s”... algo estamos haciendo mal...

¿Qué crees que ocurriría, si dejaras de incorporar a tu cuerpo, aquello que le perjudica, y adoptaras la costumbre de incorporar aquello que le conviene?
¿Qué crees que ocurriría, si dejaras de beber agua muerta, de comer alimentos regados con agua muerta, de incorporar metales pesados, de hacer vida sedentaria, etc., y bebieras agua viva, comieras alimentos de la huerta regados con agua viva, extrajeras de tu cuerpo los metales pesados, hicieras ejercicio vigoroso, etc.?

No podemos pretender gozar de buena salud, si con nuestras costumbres y creencias mantenemos un entorno celular contaminado. Deberemos dejar de incorporar al organismo, esos elementos tóxicos que impiden su buen funcionamiento.

Así es, que he llegado a la opinión de que -al no existir eso que llamamos "enfermedad"-... no puedes estar enferm@...
Tan sólo te encuentras en una situación de desorden, de desequilibrio, de agresión, que... actuando adecuadamente... se resolverá positivamente.

Y... te encontrarás mejor que nunca, tal y como le ha ocurrido a tanta gente que se encontraba en tu misma situación.

¡Investiga! La información que te conviene... ¡está ahí!